La Mansión Winchester, San José, California (EE.UU.).
La Mansión Winchester, San José, California (EE.UU.). Es una enorme vivienda de 160 habitaciones y 40 escaleras donde vivió una viuda con trastornos mentales. Después de la muerte de su esposo, Sarah Winchester recibió su herencia multimillonaria. Dicen que un día el espíritu del fallecido se le apareció con una noticia horrible: todo su dinero lo amasó a costa de muchas vidas inocentes, la familia está maldita y los muertos buscarán la venganza.
“Para calmar a los muertos hay que construir una casa sin parar”, le dijo la supuesta voz a Sarah Winchester y agregó: “Si el martillo se para, morirás”. La viuda compró una vieja mansión y se puso manos a la obra. La casa se llenó de nuevas habitaciones, pasillos, balcones, escaleras y pasadizos secretos. La construcción continuó durante 38 años, mientras los problemas psicológicos de la dueña iban en aumento.
Bosque Aokigahara, Japón.
En vez de las típicas advertencias de que no se puede tirar basura, en los árboles hay carteles colgados que recuerdan a sus visitantes de que tienen que pensar en sus seres queridos. Por todos los lados hay avisos con números de teléfono de gabinetes psicológicos. Además el bosque cuenta con un servicio de videovigilancia. Sin embargo, los guardabosques siguen encontrando cadáveres.
Aldea Dzhatinga, India.
El puente Overtoun, Escocia.
En diez años murieron varios centenares de perros. Una de las versiones de la sorprendente actuación de los canes son las ratas y otros elementos (espectros) que habitan bajo la construcción, que atraían demasiado la atención de los perros de caza. Otra explicación dice que el puente es el límite entre el mundo de los vivos y los muertos. Dice la leyenda que después de haber sentido algo paranormal, los perros seguían el rastro de los espectros y por ello fueron castigados por su curiosidad.
El callejón Mary King, Edimburgo, Escocia.
La isla de las muñecas, México.
La isla de las muñecas, México. Los fans de la saga sobre el muñeco diabólico, Chucky, seguramente se "enamorarán" de este lugar. En cada árbol y cada edificio existente en una pequeña isla mexicana hay colgados espeluznantes muñecos con las cuencas de los ojos vacías, extremidades rotas y cabezas aplastadas.
Este "paisaje" lo creó un joven llamado Julián Barrera. Un día, cuando una niña se ahogó en un canal, Barrera encontró en el lugar de su muerte a una muñeca. El joven estaba convencido de que el juguete se conectaba con el espíritu de la difunta. Luego encontró a otra muñeca y desde entonces no pudo parar, y continuó durante 50 años recogiendo los juguetes que había en la basura.
La ciudad fantasma de San Zhi, Taiwán.
Decenas de trabajadores murieron en la zona en extrañas circunstancias. La apoteosis final del lujoso proyecto fue un tifón, que arrasó la zona, provocando graves pérdidas. El complejo se ha convertido en una ciudad fantasma muy popular entre los turistas. Los residentes cercanos aseguran que la ciudad está poblada por espíritus malignos.
Isla Poveglia, Italia.
actualidad.rt.com
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